Los agricultores ecológicos hacen las cosas de forma un poco diferente. Por ejemplo, no utilizan fertilizantes artificiales ni pesticidas sintéticos. Y prestan más atención a aspectos como la calidad del suelo y el bienestar de los animales. Pero no todo son ventajas: los agricultores ecológicos suelen producir menos alimentos por hectárea que los convencionales y, por lo general, necesitan más extensión de terreno. Y dado que los productos ecológicos siguen siendo un nicho, suelen ser más caros.

Las cifras

¿Cuál es la situación actual de la agricultura ecológica en España? El último informe de Estadísticas de Producción Ecológica, difundido por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, confirma que el país mantiene un papel destacado a nivel mundial y afianza cada año su peso en la economía del sector primario. A finales de 2023, la superficie agraria útil (SAU) destinada a la producción ecológica se situó en 2.991.881 hectáreas, lo que supone un incremento de 316.550 hectáreas (un 12 %) respecto al ejercicio anterior.

¿Más orgánico? Menos costes

Triodos Bank financia a los agricultores que quieren iniciar ―o ya han iniciado― su transición hacia la agricultura ecológica. Pero como consumidores también podemos contribuir a esta transición, afirma Gerard Migchels ―experto en agricultura ecológica de la Universidad de Wageningen― que ha realizado una extensa investigación sobre los beneficios de la agricultura ecológica para la naturaleza y el clima.

"La demanda de productos ecológicos no está creciendo al ritmo que debería", afirma Migchels. "Cuantas más personas consuman alimentos orgánicos, más crecerán los productores y más se reducirán los costes de la cadena de producción. Será entonces cuando la diferencia de precio entre los productos orgánicos y el resto dejará de ser importante", asegura el experto. En otras palabras, está en manos de los consumidores contribuir de manera activa al auge de este tipo de agricultura y beneficiarse de las muchas ventajas que conllevaría esta transición.

A continuación destacamos las más importantes.

1. Menos emisiones de CO2 

Cuando los productores lácteos se pasan a la agricultura ecológica, reducen su huella ecológica. El estudio ' La perspectiva de la agricultura ecológica', elaborado por la Universidad de Wageningen, muestra que el incremento de la agricultura ecológica conlleva "una reducción sustancial de los gases de efecto invernadero". Esto se debe en parte a que las granjas lecheras orgánicas tienen menos vacas por hectárea, utilizan menos piensos concentrados y no emplean fertilizantes artificiales ni pesticidas químicos.

Como las vacas ecológicas comen más pasto ensilado, menos concentrado y menos maíz, las emisiones de metano de los agricultores orgánicos por kilo de leche son mayores que las de los agricultores convencionales, al igual que las emisiones de óxido nitroso. Sin embargo, el ganadero ecológico utiliza menos energía. Los investigadores de la Universidad de Wageningen han estimado que las emisiones de gases de efecto invernadero en la producción lechera orgánica son, en conjunto, un tercio más bajas (por hectárea) que en la ganadería convencional, si bien son prácticamente las mismas por kilo de alimento. "Al ampliar la producción, se reducirá el volumen de CO2 procedente de la agricultura ecológica", afirma Migchels.

2. Mejor para el suelo

El uso de fertilizantes hace que la vida del suelo se vuelva perezosa. El estiércol animal utilizado por los agricultores ecológicos es mucho más saludable para el suelo. La agricultura ecológica puede generar unas praderas más sostenibles en el tiempo y, por tanto, un mayor almacenamiento de carbono en el suelo. "La inversión en suelo genera más vida en él y lo hace más resiliente a las sequías, a los períodos húmedos y a las condiciones climáticas extremas", apuntan los investigadores de la Universidad de Wageningen.

Es cierto que la agricultura ecológica requiere más espacio. Pero también es verdad que este tipo de agricultura (dado que su suelo es más fuerte) puede resistir mejor las condiciones climáticas extremas y tiene menos posibilidades de que se pierdan las cosechas.

Cuantas más personas consuman alimentos orgánicos, más crecerán los productores y más se reducirán los costes de la cadena de producción
Gerard Migchels

3. Naturaleza más fuerte y más biodiversidad

La agricultura ecológica fortalece los ecosistemas naturales. Esto se debe en parte a que reduce los niveles de emisiones de amoníaco ―que es un compuesto químico que se libera cuando se mezclan las heces y la orina de los animales―. Cuando los animales están más juntos, las emisiones de amoniaco aumentan y el exceso de amoníaco en el aire hace que la naturaleza reciba demasiado nitrógeno, perjudicando a las plantas y los animales. Al menos en el caso de la producción lechera, se ha constatado que las emisiones de amoníaco por hectárea son mucho menores en las explotaciones de ganadería ecológica. Según el informe de la Universidad de Wageningen, esta reducción llega al 40-50% en la explotaciones ecológicas.

Además, la agricultura ecológica también genera una menor lixiviación de nitratos. En la agricultura convencional, la mayor fertilización por hectárea mediante estiércol y fertilizantes hace que el suelo no pueda retener adecuadamente los nitratos, los cuales acaban en ríos, acequias y aguas subterráneas, provocando la contaminación del agua. En las granjas ecológicas, este proceso se reduce de forma significativa al tiempo que se evita la emisión de productos químicos fitosanitarios al suelo o a las aguas superficiales.

Según el experto Migchels, lo ideal sería crear una "reserva" de productores de leche ecológica en torno a las zonas Natura 2000. “Debemos animar y ayudar a los agricultores que se encuentren cerca de las reservas naturales en su transición a la agricultura orgánica para prevenir los efectos nocivos que generan los productos químicos fitosanitarios en las reservas naturales. Es mucho más barato que cerrar las granjas.”

¿Más caro?

Actualmente los productos orgánicos suelen ser más caros que los productos convencionales. El aumento de la producción puede reducir estas diferencias de precio, pero los productos ecológicos también sufren un "problema de imagen", afirma Migchels. “La gente piensa automáticamente que lo orgánico es más caro, pero no siempre es así. En los supermercados Plus, por ejemplo, desde hace un tiempo todas las bebidas lácteas de marca blanca son orgánicas. Aunque los precios no cambiaron, al principio el supermercado registró una caída de ventas simplemente por esa percepción de producto más caro”. Sin embargo, con el tiempo esta caída de ventas se ha corregido.

Consejos para consumir productos ecológicos con más frecuencia y a menor precio:

- Elige productos de temporada. Los productos de temporada suelen ser más baratos y una opción más sostenible.

- Opta por productos locales: haz tu compra en granjas ecológicas o mercados de agricultores.

- Elige las marcas ecológicas y orgánicas en el supermercado.

- Empieza poco a poco: no es necesario cambiar de golpe a una dieta 100% ecológica. Comienza con los productos que tienen el mismo precio (o casi). 

4. Más bienestar animal

Vacas de la granja biodinámica De Zonneboeg en Flevolanda
Vacas de la granja biodinámica De Zonneboeg en Flevolanda

Las vacas (muy probablemente) están mejor con un ganadero ecológico que con un ganadero convencional. Esto se debe en parte a que pasan más tiempo en el prado, tienen un comportamiento más natural y, a menudo, tienen más espacio en los establos. Según la ONG Wakker Dier, otro factor que influye es que en las granjas ecológicas, algunas intervenciones ―como quitarles el rabo a los lechones― están prohibidas y además se utilizan muchos menos antibióticos.

5.  ¿Más saludable para los humanos?

¿Es cierto que los alimentos ecológicos también son mejores para la salud humana? Todavía no existe un consenso científico al respecto. Y probablemente no lo haya a corto plazo, apunta Migchels. “Europa cuenta con unas directrices muy estrictas con respecto a lo que constituyen unas “propiedades saludables”. La investigación necesaria para fundamentar estas afirmaciones es realmente costosa”.

Este año, científicos de la Universidad de Wageningen, la Universidad de Utrecht y el Instituto Louis Bolk han comenzado a investigar el efecto de los alimentos ecológicos en la salud de los cerdos, como modelo para los humanos.

Sin embargo, no sería posible realizar un estudio de este tipo en humanos, afirma Migchels. "La salud de una persona depende de muchos factores, por lo que es muy difícil atribuir beneficios o daños a lo que come". Lo que sí es seguro es que los productos ecológicos están libres de pesticidas químicos.