La suerte está echada: Donald Trump ha ganado las elecciones presidenciales de Estados Unidos y será el próximo inquilino de la Casa Blanca durante los próximos 4 años. ¿Qué significa esto para los objetivos climáticos ya establecidos? Joeri de Wilde, economista de Triodos Bank, nos lo explica: “La transición sostenible del planeta no se va a detener”.
“La carrera presidencial entre Trump y Harris terminó siendo mucho menos emocionante de lo que se esperaba. En el momento de escribir este artículo, Trump tenía 295 votos electorales y es probable que llegue a los 311. Esto supondría una victoria aún mayor a la conseguida en 2016, cuando obtuvo 304 votos electorales. Trump ha ganado a Harris incluso en el llamado voto popular, lo que significa que también ha conseguido un mayor número de votos en términos absolutos. Esto es poco habitual para un candidato republicano.
“Debemos prepararnos para un intento de reactivar la economía basada en combustibles fósiles"
Joeri de Wilde
Además, los republicanos también han recuperado el control del Senado y están a punto de conservar su mayoría en la Cámara de Representantes. En otras palabras, en los próximos años, Trump podrá llevar a cabo su agenda política con mayor facilidad. Por lo tanto, debemos prepararnos para un nuevo intento por su parte de reactivar la economía basada en los combustibles fósiles. Pero, tal y como quedó claro el anterior mandato de Trump, la transición sostenible es una realidad y seguirá siendo inevitable en los próximos años.
Malas noticias para la naturaleza y el clima
Si Trump regresa al poder a principios del próximo año, ¿qué medidas podemos esperar de él en relación con el cambio climático? En primer lugar, Trump podría optar sencillamente por retirar a Estados Unidos (de nuevo) del Acuerdo del Clima de París. Esto socavaría los objetivos climáticos que se han fijado a nivel internacional. En segundo lugar, probablemente vuelva a centrarse en un aumento de la extracción de combustibles fósiles. También puede intentar abolir la legislación climática vigente en Estados Unidos. Un ejemplo importante de este tipo sería la Ley de Reducción de la Inflación, un paquete de estímulo presentado por Joe Biden para impulsar la sostenibilidad en la economía estadounidense. En el corto plazo, la cotización de las empresas de energías renovables se verán afectadas por la victoria de Trump, mientras que los títulos de las compañías de combustibles fósiles podrían aumentar su valor.
En lo que respecta a la naturaleza y al clima, no hay demasiados aspectos positivos de los que hablar. Además, es muy poco probable que la transición global sostenible se estabilice tras la victoria de Trump. Desde su último mandato, las políticas verdes no ha hecho más que acelerarse. Veamos el caso, por ejemplo, del Pacto Verde de la Unión Europea, la ambición de China por alcanzar la neutralidad climática en emisiones de CO2 y el creciente interés de los inversores por centrarse en los aspectos ESG.
La transición sostenible sigue adelante
Si Estados Unidos quiere seguir siendo competitiva en el contexto internacional, tendrá que seguir avanzando de un modo u otro en materia de sostenibilidad. Además, los esfuerzos ya adoptados por las empresas e instituciones financieras en este ámbito en Estados Unidos no se van a detener. Al fin y al cabo, las empresas estadounidenses deben cumplir los requisitos de sostenibilidad en beneficio de sus clientes e inversores; la victoria de Trump no va a cambiar esto. En definitiva: la transición sostenible va a seguir avanzando, a pesar de este duro revés.
Joeri de Wilde, economista de Triodos Bank
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