A medida que el otoño se instala y las tardes se hacen más cortas, pasamos más tiempo en casa y buscamos que cada rincón nos invite a sentirnos a gusto. Las ideas de decoración no faltan: desde programas de televisión sobre reformas hasta las últimas tendencias que podemos encontrar en las redes sociales o las revistas de diseño. ¿Cuántas veces te has preguntado si todas esas propuestas son realmente sostenibles? ¿Por qué es tan difícil encontrar información sobre cómo hacer nuestras elecciones más respetuosas con el planeta?
Ser sostenible no tiene por qué ser caro
La experta en interiorismo, Jantien Broere, nos da varias ideas: “En los últimos años ha ido ganando en interés la construcción sostenible, pero no tanto el interiorismo sostenible. La demanda de muebles y accesorios sostenibles para el hogar es todavía muy limitada. La mayoría de la gente aún no se preocupa por la decoración sostenible o no es consciente del impacto negativo que puede tener, y siguen pensando que decorar su casa de forma sostenible es muy difícil o muy caro”.
Para muchas personas que acaban de comprarse una casa, la decoración es la última pieza del rompecabezas. Es una situación común: tras invertir una gran suma en la compra de la casa, el presupuesto para la decoración se reduce drásticamente. “Lo bueno es que el interiorismo sostenible no tiene por qué ser caro”, sostiene Broere, que asegura que hay interiores sostenibles de todos los precios, en función de nuestra creatividad y de nuestras elecciones.
¿Qué significa esto del interiorismo sostenible?
“Un interior sostenible es el que tiene el menor impacto posible en el medio ambiente”, afirma Jantien Broere. “Por ejemplo, elementos que no contienen materias primas fósiles ni sustancias tóxicas, o que contienen la menor cantidad posible de ellas. El interiorismo sostenible es atemporal, resistente al desgaste y se compone de una mezcla de elementos de segunda mano y de materiales sostenibles. El upcycling (dar una nueva vida a un objeto desechado), la reutilización creativa y las modalidades de arrendamiento como el renting o el leasing también forman parte del interiorismo sostenible”.
Jantien Broere (1970) empezó a interesarse por el interiorismo sostenible cuando estaba reformando su casa en Francia. Quería reutilizar todos los materiales de la casa y renovarla de la forma más sostenible posible. Y así lo hizo. Cuando se mudó con su novio a una casa construida en 1926, optó por combinar materiales reutilizados o de segunda mano y elementos circulares y/o de base biológica. Y fue todo un éxito. Decidió estudiar interiorismo y se centró en materiales y soluciones sostenibles para la decoración de interiores. Gracias a su libro 'Interieur van de toekomst' (Interiorismo del futuro), y a los cursos y conferencias que imparte, quiere aumentar la conciencia sobre el interiorismo sostenible en nuestra sociedad.
Los trece consejos de interiorismo sostenible
1: Evita las compras impulsivas
Son muchas las razones por las que quizá quieras comprar algo nuevo para tu hogar. A veces no es nada urgente, simplemente te entran ganas de renovar un poco la casa. Pero a veces sí que lo es: te acaban de entregar las llaves y los únicos muebles que tienes son una cama y un armario. Si tienes en mente un mueble en particular, hazte esta pregunta: ¿realmente necesito ese mueble? Así evitarás las compras impulsivas. “Si compras algo de forma impulsiva, te encantará al principio, pero esa sensación se desvanecerá rápidamente. Siempre que puedas, dale un par de vueltas antes de lanzarte”, señala Broere.
2: Consigue objetos que tengan un pasado
Una decoración sostenible no se consigue pasando una tarde en una tienda de muebles. El interiorismo sostenible se desarrolla y crece contigo. Piensa en la silla de tu abuela o la estantería de tus padres, a las que has encontrado un nuevo hueco en casa. O en la lámpara de mesa que compraste en aquel viaje tras mucho regatear. Son piezas con su propia historia y darán carácter a tu decoración. Además, tirarás antes las cosas compradas en una tienda que los muebles “con un pasado”. Eso también es sostenible.
3: ¿Te cuesta elegir? Ordena tus prioridades
Elegir puede ser complicado. Por eso es importante valorar los pros y los contras cuando vayas a comprar un sofá nuevo, por ejemplo. ¿Qué valoras más, comodidad, funcionalidad, color, precio, material? Ten en cuenta también en qué parte del mundo se ha fabricado, si es nuevo o de segunda mano, si durará mucho y si se podrá reciclar. Haz una lista y ordena tus prioridades. Eso te ayudará a elegir entre artículos difíciles de comparar, como artículos nuevos o de segunda mano.
4: ¿Reparar o sustituir?
¿Quieres sustituir un objeto porque se ha roto? Comprueba primero si lo puedes reparar. “¿Se ha roto la estructura del sofá? Si es así, probablemente tengas que sustituirlo. Si la tela está descolorida, puedes comprar o conseguir fundas nuevas”, recomienda Broere. A veces no se puede reparar o sale muy caro. En ese caso, por supuesto, sustituir el mueble es lo más lógico.
5: El upcycling en el interiorismo
A veces un mueble ya no cumple su función original. Pero quizá le puedas dar otra vida. “Tienes que verlo con otros ojos. No mires el sofá como una pieza única, sino como una tela, una estructura y un relleno. Requiere más esfuerzo pero a menudo se te ocurren ideas muy creativas", advierte la diseñadora.
Por ejemplo, puedes convertir una mesa o un banco de madera grande en una mesilla de cama o en un estante para plantas. En Pinterest y YouTube encontrarás muchas ideas para dar una nueva vida a tus muebles. ¿No te queda otra opción más que deshacerte del mueble? Intenta venderlo. ¿Es de tan mala calidad que no lo ves factible? Entonces sepáralo en componentes y llévalos al sitio adecuado.
6: Más posibilidades de las que imaginas
Reparar las cosas uno mismo no solo es sostenible, sino también muy divertido, y a menudo más fácil de lo que crees. Con la ayuda de YouTube (mira este vídeo) conseguirás resultados increíbles. También puedes hacer un curso o un taller.
7: Antes de nada, busca muebles de segunda mano
¿De verdad quieres algo nuevo para casa? Entonces, empieza por buscar algo de segunda mano. Muchas veces, lo que estás buscando lo tiene otra persona y se lo quiere quitar de encima. A veces un familiar, un amigo o un desconocido tiene lo que necesitas. ¿Wallapop te supera? Busca en sitios web que ofrezcan artículos de segunda mano seleccionados. En estos sitios, los artículos han sido evaluados y elegidos antes de ponerlos a la venta.
“A mí, me encantan Reliving y Whoppah por ejemplo. Ambos sitios están bien organizados y encontrarás una gran selección de muebles de segunda mano y vintage de buena calidad. También merece la pena ir con frecuencia a las tiendas de segunda mano de barrio. Suelen tener una rápida rotación de muebles y accesorios”, recomienda la diseñadora.
8: ¿Quieres algo nuevo? Elige materiales modulares y naturales
Jantien Broere es tajante respecto a los materiales: “Siempre que puedas, elige materiales naturales, como el bambú, la madera con certificado FSC, el algodón orgánico o la arcilla. Estos materiales son muy bonitos y atemporales. Está demostrado que el clima interior de tu casa será más saludable si lo amueblas sin utilizar plásticos ni productos químicos. Además, las materias primas se pueden reutilizar dándoles una nueva vida o se pueden reciclar”.
“Los muebles modulares también son una buena opción, por ejemplo los armarios que se pueden ampliar o hacer más pequeños”, continúa. Pueden ser útiles si te vas a mudar, si llega un nuevo miembro a la familia o si quieres reorganizar tu habitación. Y así no tienes que comprar un mueble nuevo cada vez.
También hay empresas que alquilan muebles. Si te cansas de ellos, estas empresas te los recompran.
Residuos en la industria del mueble
De media, utilizamos un sofá entre siete y diez años. Si te cansas de él, lo más probable es que acabe en un vertedero y luego en una incineradora. En Europa tiramos 11.000 millones de kilos de muebles al año. La nueva normativa europea que entrará en vigor a partir de 2025 tiene como objetivo aumentar el reciclaje de estos materiales, buscando pasar del 38% actual de reciclaje a un 65% para el año 2035.
9: Comprueba dónde y de qué está hecho
Los diseñadores de interiores sostenibles saben exactamente de qué están hechos sus productos. Esto no siempre es así en el caso de otras empresas. “Si no lo sabes, pregunta”, sostiene Jantien Broere. Si no te lo saben decir, no lo compres. Es muy probable que contenga materiales que no te interesan. Por ejemplo, muchos muebles se componen principalmente de aglomerado, laminados y polipropileno, pegados con cola barata que contiene formaldehído tóxico. Este producto es malo para el medio ambiente, malo para la salud de quienes lo fabrican y malo para ti.
Cuando los muebles son muy baratos, suele haber otra persona u otra cosa que salen perjudicados. A menudo, el medio ambiente y quienes han hecho el producto.
10: Compra suelos y cortinas sostenibles
Los suelos y las cortinas o estores tienen un impacto en el medio ambiente mayor de lo que imaginas. En el caso de los suelos, la materia prima influye mucho en ese impacto. Los suelos fabricados con materiales renovables, como la madera, el corcho y el bambú, son una buena opción, siempre que se utilice un pegamento respetuoso con el medio ambiente. “El linóleo también es una opción sostenible. Recuerda un poco al suelo de los hospitales, pero no tiene por qué... Hay muchísimos diseños y colores preciosos. Un suelo de este tipo durará treinta años y, si lo combinas con una alfombra bonita, crearás un ambiente muy acogedor”, asegura la diseñadora de interiores.
Muchas de las telas para cortinas son de poliéster, que se fabrica a partir del petróleo. Por suerte, la oferta de revestimientos naturales y respetuosos con el medio ambiente es cada vez mayor: desde el cáñamo y el lino para las cortinas hasta el bambú y las persianas para la madera. “Empresas como Mölle o la danesa Color & Co tienen muchísimas opciones y cosas maravillosas”, recomienda Broere. Estos productos cuestan algo más que las cortinas y estores de poliéster, sobre todo por los costes de producción.
11: Evita el plástico en las paredes
¿Quieres darle un aire nuevo a tu casa? Si pintas una pared, crearás un ambiente totalmente diferente. Pero cuidado: se habla poco de las sustancias nocivas de la pintura tradicional. Son perjudiciales para el medio ambiente y pueden contribuir a crear un clima interior insalubre. El formaldehído es una sustancia química que puede acabar en tu casa y afectar a la salud. La pintura sostenible se fabrica con ingredientes naturales, contiene pocos o ningún COV (compuesto orgánico volátil) y es biodegradable.
Para el acabado interior de paredes y techos, el enlucido de arcilla es una alternativa ecológica ideal. Se trata de un enlucido natural hecho a base de arcilla, arena, agua y, a veces, paja u otras fibras. A diferencia del cemento o el yeso, la arcilla tiene una huella de CO₂ muy baja, porque no requiere altas temperaturas para su producción o procesamiento. Además, es 100% reciclable. Hace miles de años ya se utilizaba por sus beneficios prácticos así que, ¿por qué no ahora?
Triodos Bank y el interiorismo sostenible
Triodos Bank considera que el interiorismo sostenible también es importante. Por eso financiamos a varias empresas que se dedican a este campo, como es el caso de Stilinea Cocinas, fabricantes de muebles de cocina de alta gama con maderas con certificados FSC y tratando de alcanzar el 100% de reciclabilidad.
12: Iluminación elegante y electrodomésticos sostenibles
Hoy en día, los electrodomésticos son indispensables y la iluminación juega un papel clave en el ambiente que quieres crear. Elige electrodomésticos energéticamente eficientes. Muchos de ellos tienen una etiqueta energética que muestra la información en forma de semáforo.
Si quieres que la iluminación cree un ambiente acogedor y sostenible, elige luces LED y velas de cera de abeja sostenibles. Además, hay muchas maneras de usar los electrodomésticos de casa de forma más sostenible. Por ejemplo:
En iluminación, menos es más: Una iluminación bien pensada puede tener un impacto muy positivo en tu factura de la luz y en tu decoración. ¿Realmente necesitas una lámpara en cada rincón, o puedes jugar con las fuentes de luz para que te hagan falta menos lámparas?
Utiliza reguladores de intensidad y temporizadores: Así puedes ajustar el nivel de luz a la hora del día y a tu actividad. Los reguladores de intensidad no solo crean ambiente, sino que además consumen menos energía con luz suave. Los temporizadores evitan que las luces se queden encendidas innecesariamente.
Regletas inteligentes: Las regletas inteligentes te permiten apagar completamente los aparatos cuando no están en uso. Esta sencilla inversión puede ahorrarte mucho dinero a largo plazo. En general, los aparatos en modo stand-by consumen mucha energía (en secreto).
Mantenimiento consciente: Descongela el frigorífico, limpia el filtro de la secadora, descalcifica la tetera, revisa la calefacción con regularidad y quita el polvo al ordenador. Si cuidas bien tus aparatos, funcionarán de forma más eficiente y durarán más.
13: No busques la perfección
El interiorismo sostenible no tiene por qué ser perfecto. “A veces hay que tomar decisiones. Por ejemplo, en la cocina tenemos una encimera hecha con productos residuales. Es muy sostenible, pero también es frágil. Le hemos añadido un revestimiento y hemos alargado su vida útil diez años más. Ahora durará treinta años. Ese revestimiento no es bueno para el medio ambiente, pero lo hicimos de todos modos porque, al alargar su vida útil, pensamos que era la opción más sostenible”, reflexiona la diseñadora neerlandesa.
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