Hablamos con su fundador, Daniel Paniagua, quien inició este proyecto para formar una familia en su pueblo natal y ofrecer un servicio esencial en la comarca.

Pregunta. ¿Cómo nació la idea de GafasVan?

Respuesta. Mi pareja y yo vivimos varios años en Perú, trabajaba para una gran empresa en Lima. El proyecto no terminó bien y, al regresar a España, tuvimos problemas laborales. En ese momento deseábamos formar una familia y establecernos en nuestro pueblo natal, Mayorga, en la comarca de Tierra de Campos, tras haber pasado cinco años en una ciudad de 11 millones de habitantes.

Y en ese contexto que nació GafasVan. Aunque soy diplomado en optometría, nunca había ejercido hasta entonces. La idea era combinar una óptica tradicional con la movilidad de una furgoneta, y llevar equipos a lo largo de Tierra de Campos, una zona con 60.000 habitantes distribuidos en 250 municipios entre Valladolid, León y Zamora.

P. ¿Qué inspira el nombre "GafasVan" y cómo refleja la esencia del proyecto?

R. El nombre juega con dos conceptos: que las gafas "van" a los pueblos y que utilizamos una "van" (furgoneta), como se llaman en Perú. Además, mi abuelo fue una gran inspiración. Él, que ahora tiene 95 años, siempre tuvo dificultades para desplazarse a ciudades como León o Valladolid debido a la escasez de transporte público. Aunque nuestra familia siempre ha podido ayudarle, muchas personas en la comarca no cuentan con esa suerte.

Queremos evitar que las personas mayores descuiden su salud visual o auditiva por falta de opciones accesibles.

P. ¿Cuáles fueron los principales desafíos iniciales?

R. Uno de los mayores retos fue administrativo, porque no se permite atender directamente en la furgoneta, como era mi idea original. Para cumplir la normativa, ahora utilizo locales en cada pueblo. Esta limitación, aunque frustrante al principio, me obligó a adaptarme.

Otra dificultad ha sido llegar a los pueblos más pequeños. En algunos casos, las trabas burocráticas y los costos hacen inviable prestar servicios allí.

Sostenibilidad y economía circular

P. ¿Qué significa la sostenibilidad para GafasVan?

R. La sostenibilidad es clave. Intentamos usar monturas sostenibles siempre que no comprometan la calidad. Además, hemos calculado que, al evitar los desplazamientos a grandes ciudades, nuestros clientes contribuyen a evitar la emisión de unas 64 toneladas de CO2 al año, equivalente a más de 100 horas de vuelo de un avión comercial.

P. ¿Cómo implementa GafasVan la economía circular?

R. Recogemos gafas donadas, las limpiamos y acondicionamos, y las entregamos a ONGs. Sin embargo, mantenemos estrictos estándares de calidad y no aceptamos gafas en malas condiciones.

P. ¿Cómo influyen tus valores éticos en la selección de materiales y proveedores?

R. Aunque no tenemos un código escrito, priorizamos el comercio de proximidad. La mayoría de nuestros proveedores fabrican entre Barcelona y Valencia. Evitamos comprar productos de Asia para reducir el impacto ambiental del transporte.

Impacto social y colaboraciones

P. ¿Cómo impacta GafasVan en la comunidad?

R. Facilitamos el acceso a gafas y audífonos y financiamos los pagos de nuestros clientes e identificamos ayudas públicas que a menudo no están publicitadas. Queremos que nadie se quede sin el cuidado que necesita por razones económicas.

P. ¿Existen colaboraciones con comunidades vulnerables?

R. Sí. En 2022 organizamos una recogida y envío de gafas a Ucrania al inicio de la guerra. También colaboramos con Acción Geoda para graduar gafas destinadas a comunidades del Atlas marroquí. Hemos conseguido materiales para fabricar 100 gafas, y será nuestro trabajo montarlas.

Diferencias frente a ópticas tradicionales

P. ¿Cómo se diferencia GafasVan de las ópticas tradicionales?

R. Nuestro modelo combina una óptica tradicional con un servicio itinerante. Esta adaptación responde a las necesidades de las zonas despobladas, donde no hay suficiente mercado en un solo municipio, por lo que debemos expandirnos a los pueblos vecinos.

P. ¿Cuáles han sido los mayores obstáculos?

R. El principal obstáculo fue no poder atender directamente en la furgoneta. Sin embargo, gracias a locales propios y espacios cedidos por ayuntamientos, logramos que el negocio sea viable.

Reflexiones y futuro

P. ¿Qué lecciones has aprendido sobre la gestión de un negocio ético?

R. Crecí en una familia de comerciantes locales: mi padre tenía una ferretería y mi madre era peluquera. Esa experiencia, junto con lo que vi en Perú, donde muchos carecen de servicios básicos, me enseñó que no podemos dar nada por sentado. Creo que es posible competir en el mercado y mantener los valores éticos.

P. ¿Cómo equilibras la rentabilidad y los valores éticos?

R. Nuestra labor social es la base de nuestra sostenibilidad. Proporcionar servicios de óptica y audiometría a poblaciones envejecidas no solo es vital, sino que también asegura la viabilidad del negocio.

P. ¿Cuáles son tus planes de futuro?

R. Varios ópticos están interesados en colaborar conmigo, pero Castilla tiene una situación demográfica complicada. Aunque estas oportunidades podrían significar un cambio en el modelo de negocio, aún no estoy seguro de querer dar ese paso. ▖