Triodos Bank y Triodos Investment Management, junto con otras 160 instituciones financieras, han reclamado un tratado internacional ambicioso para acabar con la contaminación por plásticos. Estas organizaciones han respaldado la declaración del sector financiero de la ILBI, que hace hincapié en los numerosos beneficios de abandonar los sistemas económicos dependientes del plástico (basados en el petróleo).
El acuerdo, firmado por 160 instituciones financieras que representan 15,5 billones de dólares de activos combinados, ayuda a poner de relieve las numerosas ineficiencias y prácticas irracionales que existen actualmente en torno al plástico y subraya la necesidad de incentivar enfoques alternativos.
La reducción de la dependencia de nuestra economía de los plásticos de un solo uso se traduce en una reducción de las consecuencias para el medioambiente y la salud pública de la producción de plásticos, la gestión de residuos y la contaminación de las cadenas de suministro de plásticos.
La declaración ayuda a poner de relieve las numerosas ineficiencias y prácticas irracionales que existen actualmente en torno al plástico, subrayando la necesidad de incentivar enfoques alternativos. La reducción de la dependencia de nuestra economía de los plásticos de un solo uso se traduce en una reducción de las consecuencias para el medio ambiente y la salud pública de la producción de plásticos, la gestión de residuos y la contaminación a lo largo de las cadenas de suministro de plásticos.
En la actualidad, los materiales sostenibles sustitutivos del plástico no son la norma porque el reciclado de plásticos se presenta como una solución viable, una bala de plata al problema de los residuos y la contaminación. La dificultad del reciclado de plásticos estriba en que la mayoría de los siete tipos de plástico existentes en el mercado no son reciclables, y los que sí lo pueden ser cambian según las legislaciones nacionales: por ejemplo, algunos plásticos que pueden superar el proceso en los Países Bajos, no lo hacen necesariamente en Fiji o Brasil.
En muchas partes del mundo, las infraestructuras necesarias para reciclar los plásticos (sistemas de recogida y gestión de residuos a gran escala) simplemente no existen todavía. Por lo tanto, tenemos que mirar más allá del reciclaje y construir una visión e incentivos que eliminen la mayor parte del uso del plástico a largo plazo. Esto implica que hay que centrarse exclusivamente en reducir el uso de plásticos y reutilizarlos, no en reciclarlos.
¿Es sustituible el plástico?
Hay una parte de los plásticos en la economía que actualmente no podemos sustituir porque no existe una alternativa adecuada. Hay ejemplos válidos en sectores como la sanidad, donde es difícil imaginar el uso de un material diferente para tubos, suturas y similares. Sin embargo, esto no es excusa para evitar sustituir las aplicaciones de plástico para las que existe un material alternativo. Es perfectamente posible dejar de utilizar plásticos en la mayoría de los envases de la industria alimentaria y de bebidas, la construcción, la movilidad, el sector textil y el comercio minorista, si se ofrecen los incentivos adecuados. Incluso en la sanidad hay un uso excesivo de este material y algunas aplicaciones podrían recurrir a materiales sostenibles en su lugar.
Papel del sector financiero
Si queremos atajar de raíz las causas de la contaminación por plásticos, el sector financiero también tiene un papel que desempeñar:
- Con la financiación de más materiales sustitutivos que puedan reemplazar a los plásticos en diversas aplicaciones.
- Y el apoyo de las empresas que eliminan progresivamente los plásticos siempre que sean sustituibles o innecesarios.
- Fomento de la eliminación de determinados tipos de resinas plásticas, que son difíciles o imposibles de reciclar.
- Abogar por requisitos de composición obligatorios que creen mercados para los plásticos reciclados.
- Defender políticas fiscales como el impuesto sobre externalidades, que equilibraría las condiciones entre las resinas plásticas vírgenes baratas y las resinas plásticas recicladas.
- Animar a las empresas a garantizar que sus productos sean reciclables, no sólo en teoría sino también en la práctica, trabajando con sus proveedores y empresas de gestión de residuos para garantizar que lo que la empresa diseña y produce pueda ser reciclado y reutilizado por las empresas de gestión de residuos de los lugares donde se venden los productos.
Hacer que algo sea reciclable en teoría no significa que vaya a ocurrir en la práctica. Poner todo nuestro empeño en reciclar es una solución soñada al final del proceso: mantenemos todo igual, pero asumimos que podemos resolver el problema mediante el reciclaje.
Es un planteamiento difícil, que hasta ahora se ha aplicado con un éxito muy limitado. Es hora de concentrarse en estrategias más rigurosas que el reciclado, como la reducción del uso (mediante la eliminación y la sustitución) como parte de una estrategia más amplia de gestión sostenible de los recursos.
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