Para que lo juzgues tú mismo/a y de manera informada, resumimos las 6 principales estrategias que se utilizan en ISR. Todas aportan algo positivo y, en ocasiones, se aplican de forma complementaria, pero las exponemos por orden en su nivel de compromiso con un impacto positivo claro en la sociedad.
6. Exclusión de actividades negativas
Esta estrategia evita las inversiones en actividades consideradas negativas social o ambientalmente, como pueden ser las armas, el juego, el tabaco o los plaguicidas.
5. Exclusión basada en normas
En este caso, los filtros que se aplican a la inversión están asociados a normas internacionales como los Principios Fundamentales de la Organización Internacional del Trabajo, la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción o la Declaración Universal de Derechos Humanos.
4. Best-in-class
Aplicar un sistema Best-in-class significa seleccionar compañías -en general, de tamaño importante- que aparecen como las mejor clasificadas de su sector en índices bursátiles con criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG). Esta estrategia es más efectiva como filtro si se complementa con otras técnicas, como la exclusión de actividades negativas.
3. Integración ASG
Si se sigue este modelo, además, se realiza un estudio sistemático basado en criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG) respecto a las decisiones de inversión.
Responsable es responsable
Para ofrecer y elegir inversiones responsables, como vemos, existen diferentes posibilidades. Sin embargo, todas deben tener tres factores en común:
- Un análisis financiero de rentabilidad y riesgo, como en una inversión convencional.
- Un análisis extra-financiero basado en criterios ambientales, sociales y de buen gobierno (ASG).
- La gestora de fondos de inversión debe intentar influir hacia un cambio positivo en las organizaciones en las que invierte (a través de actuaciones como el diálogo activo con las empresas y el voto en las juntas de accionistas).
2. Inversión temática
Existen estrategias para invertir en temáticas o sectores que contribuyen a la sostenibilidad social o ambiental. Por ejemplo, un fondo se puede dedicar a proyectos que fomenten la inclusión, la economía circular o el acceso al agua en condiciones sanitarias.
1. Inversión de impacto
Esta es la estrategia de inversión socialmente responsable más avanzada porque actúa de forma intencional y prioritaria por la creación de impacto social o ambiental positivo y medible, además de buscar un retorno financiero.
Actúa en ámbitos que permiten generar progresos específicos, como las renovables, la gestión del agua o la movilidad sostenible.
Por ahora, solo una parte minoritaria del panorama de la inversión socialmente responsable se dedica a la inversión de impacto, pero tiene un papel central en la transformación hacia una economía y una sociedad sostenible.
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