“Las cosas que aprendemos de forma intuitiva, como jugar o relacionarnos con otras personas, hay que enseñárselas explícitamente a los niños con autismo”. Con esta frase resume los trastornos del espectro autista (TEA) Ana Otero, psicopedadoga de Aspanaes, una asociación que lleva más de 3 décadas trabajando con un mismo objetivo: mejorar la calidad de vida de los afectados y sus familias.
¿Cómo se manifiestan los TEA? Las personas con autismo tienen dificultades en su comunicación con los demás, y sus intereses pueden ser diferentes a los habituales: desde retraso en la aparición del lenguaje o falta de respuesta al nombre, hasta realizar juegos poco variados o poco imaginativos. “Por ejemplo, poner los juguetes en línea o fijarse solo en una parte de ellos”, explica Ana Otero.
Pero, como indican los especialistas, existe un “espectro autista”, o diferentes grados para este trastorno que viven 300.000 personas en España y que a lo largo de la Historia ha afectado a personalidades reconocidas por su talento artístico o científico.
Personas con una “habilidad asombrosa”
Los últimos estudios indican que en torno al 50 % de las personas con TEA pueden tener, además, algún grado de discapacidad. Es decir, aunque muchas veces se manifiesten ambas, no necesariamente están vinculadas. De hecho, algunos genios como Einstein o Mozart padecieron el síndrome de asperger, una forma de autismo, según el especialista Michael Fitzgerald, psiquiatra en el Trinity College de Dublín.
Las personas con discapacidad intelectual generalmente tienen un desarrollo por debajo de lo esperado para su edad cronológica en todas las áreas de su vida. “Si dibujáramos una gráfica, veríamos que en resolución de tareas cognitivas, habilidades sociales o comunicación, el desarrollo es armónico, a un nivel similar”, explica Ana Otero. “Sin embargo, las personas con TEA presentan un desarrollo inarmónico: pueden ser muy buenos resolviendo tareas relacionadas con la memoria o tener una habilidad asombrosa sobre un tema específico, pero no ser capaces de relacionarse con otras personas o iniciar una conversación”.
La importancia de la detección temprana del autismo
Advertir pronto algún síntoma es un hecho fundamental para comenzar a dar a los niños el apoyo necesario de cara a un mejor desarrollo. De ello son conscientes en las diferentes asociaciones que ofrecen atención a personas autistas en España, como el Centro SETA de Sevilla o AUTRADE, en Ciudad Real, iniciativas que han recibido financiación de Triodos Bank.
“Está demostrado que la intervención temprana mejora su pronóstico: impulsa su capacidad de comunicación, favorece el rendimiento intelectual y, además, reduce el estrés familiar porque los miembros del entorno más cercano comprenden mejor qué le ocurre a la persona con TEA”, explica Otero. “Asimismo, esto facilita la integración de los afectados en el entorno familiar”, tal y como apunta Amparo Fabra, presidenta de APNAV, la asociación valenciana de padres de personas con autismo.
Más de 3 décadas de progreso
En España,algunos datos apuntan que el autismo afecta a uno de cada 150 niños.
El término “espectro autista” fue empleado por primera vez en 1979. Precisamente ese fue el año en el que un grupo de 6 padres y madres de la provincia de A Coruña decidieron crear Aspanaes, “con el fin de promover apoyos específicos para que las personas con TEA y sus familias desarrollaran sus proyectos de vida”. En sus 35 años de trayectoria, esta iniciativa que también ha elegido a Triodos Bank como socio financiero ha conseguido importantes avances.
Son pequeñas historias con final feliz que recuerdan desde Aspanaes: “Por ejemplo, un alumno que no tenía lenguaje oral y que actualmente cursa bachillerato en un centro ordinario; adultos que ahora son capaces de ducharse o afeitarse por sí mismos, y también realizarse pruebas médicas sin necesidad de anestesia”
Son solo algunos ejemplos de que, con la atención adecuada, vivir con autismo puede ser un poquito más fácil.
¡Muchas gracias por tu comentario!
Por favor, confirma tu comentario haciendo clic en el enlace del e-mail que has recibido.